El hidrógeno verde puede representar hoy solo una pequeña parte de la matriz energética mundial, pero está llamado a desempeñar un papel cada vez más crucial en el escenario de cero emisiones netas, gracias a su idoneidad para industrias difíciles de electrificar o con alta demanda energética.
Sin embargo, aunque el sector del hidrógeno verde ocupa un lugar destacado en las agendas políticas y estratégicas, menos del 1 % de la producción mundial de hidrógeno en 2021 se basó en tecnologías de bajas emisiones. Este sector emergente ofrece, por lo tanto, un gran potencial en términos de descarbonización y generará nuevas oportunidades económicas para los actores a lo largo de toda su cadena de valor.
En general, es necesario un aumento rápido y significativo de la generación de energía renovable, de modo que el excedente pueda utilizarse para producir hidrógeno. Esto debe ir de la mano con la expansión de la infraestructura del hidrógeno (electrolizadores, almacenamiento, transporte y uso) y con el desarrollo de nuevas aplicaciones que impulsen la demanda.
Un nuevo estudio de Ferdinand Consultants para el Instituto Nacional de Metrología de Alemania, Physikalisch-Technische Bundesanstalt (PTB), explica cómo la infraestructura de calidad sienta las bases para el desarrollo del sector del hidrógeno verde al reducir los riesgos existentes y apoyar el impacto positivo en sostenibilidad de las inversiones.
La infraestructura de calidad está compuesta por los organismos públicos, las empresas privadas y los marcos regulatorios y legales de la cadena de valor. Se basa en componentes como la metrología, la estandarización, los ensayos, la acreditación, la evaluación de la conformidad y la supervisión del mercado.
Es imprescindible establecer criterios sólidos, reconocidos internacionalmente, y mecanismos de aseguramiento de la calidad para evitar barreras técnicas al comercio, el greenwashing y posibles impactos negativos no deseados sobre la sostenibilidad o la economía local. Esto resulta especialmente relevante en África y América Latina, cuyas abundantes fuentes de energía renovable las convierten en productoras ideales de hidrógeno verde.
Existen desafíos significativos que deben abordarse en diversos servicios de infraestructura de calidad. Por ejemplo, se necesita contar con criterios claros y reconocidos internacionalmente para las evaluaciones del ciclo de vida, con el fin de estimar las emisiones y los posibles impactos ambientales negativos. Otro ámbito clave es la “garantía de origen”, necesaria para diferenciar el hidrógeno verde de otros tipos de hidrógeno.
La publicación analiza las brechas existentes entre la demanda —tanto actual como proyectada— y la oferta de servicios de infraestructura de calidad. También establece aprendizajes clave para ayudar a los responsables de políticas y a los actores del sector a apoyar de manera efectiva la infraestructura de calidad y fomentar el desarrollo de la industria del hidrógeno verde.
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